El Brexit ha traído consigo un sinfín de complicaciones económicas y tensiones diplomáticas, desde barreras comerciales hasta el impacto en las cadenas de suministro, pero también ha generado oportunidades inesperadas en sectores específicos que han sabido adaptarse con rapidez. Uno de los fenómenos más llamativos y menos explorados es el auge del turismo de compras, particularmente en el segmento de bienes de lujo. Este cambio no ocurrió de manera accidental, sino como resultado de decisiones estratégicas que transformaron al Reino Unido en un destino más atractivo para los consumidores de alto poder adquisitivo. La salida del Reino Unido de la Unión Europea permitió al país redefinir su estructura fiscal, liberándose de ciertas restricciones comunitarias, lo que creó un entorno mucho más favorable para compradores internacionales.
Este nuevo esquema ha convertido a Londres en un imán para turistas de Europa, Asia y Oriente Medio, quienes buscan artículos exclusivos de alta gama con condiciones fiscales ventajosas. Además, la depreciación inicial de la libra esterlina tras el referéndum de 2016 hizo aún más accesibles estos productos, intensificando el interés global por el mercado británico del lujo. Así, mientras el Brexit ha afectado negativamente a varios sectores de la economía, la industria del lujo ha encontrado la manera de prosperar, atrayendo a miles de visitantes con carteras bien abastecidas que ven en el Reino Unido una oportunidad única para adquirir bienes de prestigio a precios competitivos.
Comparativa de precios sobre marcas de lujo en distintos países
Con la reintroducción del sistema de devolución del IVA en 2023, conocido como VAT Refund Scheme, el Reino Unido eliminó hasta un 20% del costo de bienes de lujo para turistas internacionales que exportan sus compras fuera del país. Esto, combinado con la depreciación de la libra esterlina tras el referéndum del Brexit, ha convertido a Londres en un destino competitivo para los amantes del lujo. Bond Street, Knightsbridge y los grandes almacenes como Harrods y Selfridges han registrado cifras récord en ventas. Según un informe de Savills, las ventas de relojes de alta gama en Londres aumentaron un 35% en 2023, mientras que ciudades competidoras como París y Milán han experimentado caídas del 12% y el 9%, respectivamente, debido a sus normativas fiscales más estrictas.
Empresas como Rolex, Hermès y Chanel han visto cómo sus tiendas en Londres se convierten en los puntos de venta más rentables de Europa. Según Jean-Marc Pontroué, CEO de Panerai, “El Reino Unido se ha transformado en un destino único para los compradores de lujo gracias a su estructura fiscal favorable y su reputación histórica como mercado premium.” Este fenómeno no se limita solo al comercio en las calles más exclusivas, sino que también se ha reflejado en los aeropuertos. Heathrow, por ejemplo, ha reportado un crecimiento del 25% en los ingresos de sus tiendas libres de impuestos en 2023, impulsado principalmente por turistas de China, Japón y los países del Golfo.
Importaciones principales de ropa de otros países hacia Reino Unido
La afluencia de visitantes asiáticos es especialmente notable. Según VisitBritain, el gasto promedio de un turista chino en el Reino Unido alcanzó las £1,800 por persona en compras de lujo durante 2023, un 45% más que en 2019, antes de la pandemia. Este crecimiento no solo ha revitalizado el comercio minorista, sino que también ha reforzado la imagen de Londres como la capital mundial del lujo, superando incluso a Nueva York y Hong Kong en algunos rankings del sector.
Sin embargo, esta ventaja fiscal no ha estado exenta de críticas. Los minoristas europeos acusan al Reino Unido de desequilibrar el mercado del lujo. Patrick Thomas, presidente de Hermès, expresó en una entrevista con The Financial Times: “El sistema fiscal británico está creando una distorsión que perjudica a las capitales europeas. Esto podría provocar una fuga de compradores internacionales hacia Londres, dejando a ciudades como París en desventaja.” Las tensiones entre el Reino Unido y la UE podrían intensificarse si Bruselas decide tomar medidas para contrarrestar esta competencia.
¿UN FUTURO PROMETEDOR O UNA BURBUJA TEMPORAL?
Aunque los indicadores actuales apuntan a un auge sostenible, algunos analistas advierten que depender excesivamente del turismo de compras podría ser una estrategia riesgos a a largo plazo. Si bien la estructura fiscal y la depreciación de la libra han sido fundamentales para atraer turistas, una recuperación económica global podría fortalecer el euro frente a la libra, erosionando esta ventaja. Además, las tensiones diplomáticas con la Unión Europea podrían derivar en regulaciones más estrictas para los turistas europeos que buscan aprovechar el sistema de devolución del IVA.
A pesar de estas incertidumbres, el sector del lujo en el Reino Unido se muestra optimista. Un informe de Bain & Company de 2024 predice que Londres seguirá consolidándose como el principal destino de compras de lujo para turistas internacionales si mantiene su política fiscal favorable y continúa innovando en la experiencia del cliente. Según Sarah Willersdorf, líder global del sector de lujo en Boston Consulting Group, “Londres no solo compite en precios, sino en una experiencia incomparable que combina cultura, exclusividad y un entorno fiscal atractivo. Eso es algo que pocas ciudades pueden ofrecer.”
Por ahora, Londres brilla como un epicentro global del lujo, atrayendo a compradores de todo el mundo que buscan aprovechar sus ventajas fiscales y disfrutar de una experiencia de compra única. Como dijo Jean-Claude Biver, ex CEO de Hublot: “El Brexit, para muchos, era el fin de las oportunidades. Para el Reino Unido, ha sido la puerta de entrada a un mercado de lujo sin precedentes.” El tiempo dirá si este modelo es sostenible, pero, por ahora, el Reino Unido está disfrutando de su nueva posición como el paraíso fiscal del lujo en Europa.
El turismo de lujo puede ser rentable, pero ¿no estamos ignorando los impactos medioambientales y sociales de depender tanto de este sector?
ResponderEliminar